El alma de Zucca
Categoría : Blog
Este blog es una pequeña ventana abierta al mundo que nos permite explicaros qué hacemos y para qué nos embarcamos en esta locura quesera
Nos gusta pensar que hacemos arte con el queso. No solamente nuestros quesos están exquisitos, también nos importa que haya un deleite visual, cercano a lo artístico. Participamos del concepto de slow food, que ensalza el placer gastronómico. Para nosotros, ese placer está relacionado con todos los sentidos, incluido el de la vista y, por qué no, el del tacto. Tocar esas pieles suaves de nuestros quesos, esas tiras que se desgranan cuando abres una trenza, provocan sin duda ese “goce lento y prolongado ” que proclama el manifiesto slow food.
Nos decepcionaba el concepto del todo vale en alimentación. Daba igual que un tomate supiera o no mientras fuera perfecto por fuera. Esta sensación creció mientras vivíamos en Madrid y nació nuestra primera hija. Comprábamos alimentos que no sabíamos de dónde venían, quién los producía ni de qué manera. Por eso, queremos que nuestros quesos trasladen una esencia de nosotros, de las raíces italianas, pero que sepan al campo castellano, al cariño con el que los ganaderos que nos proveen la leche cuidan de sus animales. Queremos que quien los coma, conozca exactamente qué materias primas utilizamos y cómo los producimos. Abrimos nuestra quesería a quien desee visitarla.
Zucca no sólo nos alinea con nuestras convicciones, también nos permite desarrollar nuestro mundo creativo. Desde que era niño, Salvatore ha trabajado con sus manos. Es de ese tipo de personas que disfruta con las tareas artesanales. Y eso conjuga perfectamente con nuestro posicionamiento contra lo estandarizado dentro de lo gastronómico. Nuestros quesos son únicos, cada uno de ellos diferentes. Se hacen uno a uno, dedicándoles tiempo. Entre nuestras mozzarellas no encontrarás dos iguales.
Aportamos además un nuevo mundo de texturas y sabores lácteos, derivados de la técnica con la que trabajamos nuestros quesos, la pasta hilada. Es un proceso realmente diferente y curioso de observar. Y lo más maravilloso es que nos divertimos creando. Tenemos en nuestras manos un infinito mundo de posibilidades. Nos sentimos verdaderamente afortunados.